El fardelejo es un dulce de origen árabe, típico y exclusivo de Arnedo, Ciudad donde la influencia árabe fue enorme y ha pervivido a través de los siglos en sus calles, casas, formas de expresión y, cómo no, en su gastronomía.

Los árabes le llamaron “fard”, que significa muesca o incisión, por las ondas o medias lunas con que se cierran los laterales de la parte exterior. Por ser un producto tan exquisito, los árabes de los territorios reconquistados obsequiaban con él a sus nuevos señores, los jefes cristianos, pasando el nombre “fard” (por derivación, farda=alfarda) a significar “rendir obsequio o atenciones a uno por respeto, temor o interés”, forma aún utilizada en algunas comarcas españolas.

Desde sus tatarabuelos a sus padres, cinco generaciones de Arnedanos han conservado y depurado una sencilla receta transmitida de padres a hijos con la que Miguel Solana elabora sus fardelejos. Para Miguel Solana no basta con mantener la esencia de la receta familiar del  fardelejo que vio utilizar a su abuela Guadalupe en el antiguo obrador de la calle Preciados.

Hay que seleccionar siempre las mejores materias primas y trabajar con el mismo cariño que lo hicieron sus antepasados, aunque se utilicen las técnicas más avanzadas.  Ese es el compromiso de Miguel Solana en esta nueva etapa en solitario al frente de su propia empresa de Fardelejos: Convertir el buen hacer de su trabajo diario en un placer para los sentidos.

 

Para conseguir sus magníficos productos podéis hacerlo desde la web, http://www.miguelsolana.es/ , por correo (info@miguelsolana.es), por teléfono y fax (941 380 330) y en el móvil (619 76 53 74)