Eduardo Villar (ARFEPAN) expone la preocupación por encontrar nuevos trabajadores para que las panaderías tengan relevo generacional

El desbanco de la producción de pan industrial de menor calidad a un bajo coste por parte de gasolineras y supermercados lleva años preocupando al sector panadero. También les inquieta la dificultad por encontrar personal cualificado para trabajar en los obradores y establecimientos para poder suceder a las generaciones actuales, que van jubilándose progresivamente.

“No nos entra en la cabeza que un sector donde estamos demandando mano de obra no consigamos atraer gente teniendo un 30% de paro en España”, explica Eduardo Villar, presidente de la Asociación Riojana de Fabricantes y Expendedores de Pan (ARFEPAN), en una entrevista en la COPE. Villar intervino en el marco la jornada técnica de la Escuela de Hostelería de Santo Domingo de La Calzada, un encuentro donde se plantearon y debatieron cuestiones que preocupan al sector.

Villar se mostraba orgulloso de que las negociaciones que están llevando a cabo los grupos de presión del sector, que llevan un largo periodo teniendo conversaciones con el Parlamento Europeo. “Estamos trabajando en Bruselas en las ayudas de la PAC, en formación profesional y en ayudas al despoblamiento rural en zonas rurales de panaderías. Hay muchas panaderías en los pueblos que no sé ni cómo sobreviven”, recalca. “En esto tienen que intervenir los políticos, a los que se les calienta la boca con el despoblamiento rural. Cuando cierra una panadería o un bar en un pueblo, está muerto”. En su proclama a los mandatarios, Villar exclama que no debería suceder que una panadería, por ejemplo, de Logroño “tenga las mismas exigencias que una panadería de un pueblo que tiene cuatro habitantes. Algo está fallando”.

La nueva ley del pan, una reguladora del sector

El lobby panadero se encuentra negociando la ley del pan -que entró en vigor el 1 de Julio por Real Decreto en España- y que supone una “regulación del sector”: “la gente solo se ha quedado con que va a bajar el precio del pan, pero es mucho más”, afirma el presidente de ARFEPAN. Gracias a esta normativa, “una panadería que hace pan se va a llamar panadería. Y un punto de venta que hace pan, se va llamar punto de venta, no panadería”, subraya, una acción sutil pero que conlleva “una profesionalización del sector” y puede ayudar a que el ciudadano entienda la diferencia entre ambos y tome consciencia de la calidad del producto que se oferta. De la misma manera, “al pan de masa madre se la va a llamar pan de masa madre, y al pan normal que todos compramos y que nos gusta se va a llamar pan”, insiste.

El oficio evoluciona

A pesar de que en el lenguaje popular existe el dicho “trabajas más que un panadero”, la profesión ha cambiado. “El oficio ya no es aquél de estar por la noche encerrado entre cuatro paredes y sin tener vida familiar -explica-. Con las nuevas tecnologías ha cambiado todo mucho. Estamos intentando que el oficio sea atractivo”, comenta el responsable.

“¿Qué diferencia hay entre el pan que se puede comprar en cualquier gasolinera y uno de masa madre hecho en el obrador?”, preguntó el conductor. “Pierde solo un minuto en leer los valores nutricionales y la referencia del producto y verás que estamos ganando en salud”, concluyó Villar en la entrevista.

 

 

Fuente: panypizza.com